Raúl y yo tenemos circustancias paralelas. Una profesional, un trabajo que cuando cruzamos una puerta, ahora semiacristalada, podría recordar a las memorables pelis de Sólo ante el peligro o La familia y uno más o Aterriza como puedas. Otra deportiva, somos devotos y practicantes de algunas varidades. Y otra cinematográfica, diría mejor cortometrájica, porque creemos en el cortometraje como un medio expresivo y creativo con una fuerza y unas posibilidades increíbles. Hoy puedo contar en esta bitácora con su presencia y con su trabajo, artesanal y persistente.
Mi
relación con los cortometrajes
por
Raúl Parada Castellano
Como muchas otras personas antes de ser
seducido por la realización cinematográfica comencé tentado por la
fotografía. Siendo adolescente en mi casa no teníamos cámara de
vídeo, pero si teníamos cámara de fotos, incluso mi padre tenia un
pequeño laboratorio para revelar sus propias granada
fotografías, por lo que mi actividad empezó en el momento en el que heredé una vieja cámara de fotos. Empecé a trabajar con la cámara en el retrato de la vida nocturna sobre paisajes urbanos, algo que ya había emprendido años atrás junto con mi primo Javi pero desde el dominio del dibujo y la pintura.
fotografías, por lo que mi actividad empezó en el momento en el que heredé una vieja cámara de fotos. Empecé a trabajar con la cámara en el retrato de la vida nocturna sobre paisajes urbanos, algo que ya había emprendido años atrás junto con mi primo Javi pero desde el dominio del dibujo y la pintura.
Fue más tarde, siendo veinteañero
cuando me llegó la atracción por contar historias de forma visual.
En aquel entonces, mi hermano Óscar estaba trabajando en una
televisión local haciendo un programa llamado Noticias al pil-pil
y en una de las secciones del programa solían introducir un corto
humorístico, algo a lo que me apunté realizando Mirando al
collao mi primer cortometraje visible, un corto rememorando las
comedias clásicas del cine mudo. Antes había intentado realizar
Interacciones, un
cortometraje grabado en mi piso de estudiante donde cometí al
completo todos lo errores que puede hacer un principiante. Sin
embargo, la experiencia me encanto y decidí realizar más
cortometrajes con la ayuda de mis amigos y familia. De esta forma
hicimos La esquina, corto por cierto seleccionado en el
Festival de jóvenes realizadores de Granada, y Pasión Ibera
corto grabado en los preciosos
parajes de la Sierra de Segura.
Las buenas experiencias y el éxito
hicieron que me decidiera por comprar una cámara digital antes de
poner la cocina del piso, evidentemente lo primero era lo primero.
Fue también por estas fechas, cuando
junto con Rocio Aguirre decidimos crear un certamen de cortometrajes
en Siles mi pueblo en la Sierra de Segura, Jaén. El ayuntamiento nos
dió carta libre y con un presupuesto minúsculo lanzamos el proyecto
Certamen
de cortometrajes Silescinema, el cual todavía sigue activo.
- Entre mi corto bagaje cinematográfico me gustaría hacer mención: La prisión del alma thriller grabado en el IES Cartuja con la actuación estelar de la profesora de lengua Alicia Díaz.
- El limite drama urbano realizado con actores profesionales en Granada, o
- Territorios corto experimental tratando conceptos de la psicología ambiental.
En la actualidad debido a mi vida
ajetreada la realización de cortometrajes se ha derivado a las
vacaciones estivales pero sigo cumpliendo como Dios manda y por
supuesto como Woody Allen, grabando una obra mínimo al año. Nunca
es tarde para seguir aprendiendo.
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