martes, noviembre 26

Luis de Góngora, las tinieblas del deseo

   Este poeta español, en ocasiones, tan poco considerado al que incluso alguien consideró "Ángel de las tinieblas" por la dificultad para entender su obra desde 1610. Me gustaría comentar uno de los sonetos fechado hacia1620, José Manuel Blecua informa que este poema está recogido en el manuscrito de Chacón, de los años que van entre 1612 y 1627, del que es mayor representante del Culteranismo hispano:

De una dama que, quitándose una sortija,
se picó con un alfiler





Prisión del nácar era articulado
de mi firmeza un émulo luciente
un diamante, ingenïosamente
en oro también él aprisionado.

Clori, pues, que su dedo apremïado
de metal, aún precioso, no consciente,
gallarda un día, sobre impacïente,
lo redimió del vínculo dorado.

Mas ay, que insidïoso latón breve
en los cristales de su bella mano
sacrílego divina sangre bebe:

púpura ilustró menos indïano
marfil; invidïosa, sobre nieve
claveles deshojó la Aurora en vano.

1. Estudio lingüístico
  
     1a.  Nivel fónico. Tras la lectura atenta, encontramos que el sonido vocálico palatal cerrado /i/ se repite en el texto con una mayor regularidad de como lo hace en la lengua estandar. Este fenómeno es la aliteración, aquí se repite la vocal 36 veces, de las cuales cuatro son tónicas: día, vínculo, sacrílego y marfil. En otras siete ocasiones aparece en un diptongo roto o diéresis: dïamante, apremïado, ingenïosamente,...; con lo que su pesencia se resalta aún más. La razón de esta notable aparición está relacionada con  la propia forma gráfica /i/ que se asemeja a esa alfiler que aparece desde el título del poema, y está presente hasta el final. Es un sonido, hiriente que desde el comienzo nos señala la intención machacona de su autor.  

      1b.  Nivel léxico-semántico. Me voy a detener en dos aspectos que considero muy importantes: 
  • Principales campos semánticos, ya que nos van a determinas los ejes temáticos en los que se asienta el poema:
    • materiales utilizados por los joyeros: nácar, diamante, latón, marfil, oro,sortija, cristales, dorado, metal.
    • palabras referidas a la luz y el color: nácar, luciente, marfil. dorado, sangre, púrpura, nieve, claveles, cristales, Aurora.
  • Léxicamente podemos señalar que un gran número de palabras que no son propias de la lengua popular de la época. Esto muestra el interés de Góngora por latinizar su obra. Me refiero a los siguientes cultismos: nácar, émulo, luciente, vínculo, insidioso, sacrílego, indiano, púrpura, marfil, invidiosa.
        1c.    Nivel morfosintáctico.  
    • verbos: encontramos seis formas verbales, toda ellas del modo indicativo, con dos funciones muy diferentes:
          • un pretérito imperfecto: era que transmiten el valor descriptivo de este tiempo y un ritmo sereno.
          •  dos presentes: consiente, bebe; y tres pret. perfectos simples: redimió, ilustró y deshojó, que por su valor narrativo imprimen ese ritmo acelerado que Góngora pretende desde el segundo cuarteto.
 
    • sintaxis: el rasgo más significativo es la transgresión de su orden lógico o de las reglas habituales, lo que se conoce como: Hipérbaton. Uno de los artificios poéticos preferidos por Góngora y por la mayoría de los autores barrocos. Unen la latinización de la lengua, pretendida por muchos, y la confusión típica de la época. El poema es pura dislocación del orden sintáctico, por poner un ejemplo, el primer cuarteto:
Prisión del nácar era articulado
de mi firmeza un émulo luciente
un diamante, ingenïosamente
en oro también él aprisionado.
(Me atrevería a reordenarlo: Un émulo luciente de mi firmeza era un diamante, aprisionado también él en oro, prisión del nácar)

                                                  
   2. Estudio estilístico  

      2a.  Análisis métrico. Debemos continuar analizando los distintos versos del poema, que se pueden resumir en el siguiente esquema:

      Pri/sión/ del /ná/car/e/ra ar/ti/cu/la/do
 11
 -ádo           A
      de/ mi/ fir/me/za_ un /é/mu/lo/ lu/cien/te
 11
 -énte          B
      un/ di-a/man/te,_ in/ge/nï-o/sa/men/te                   +2
 11
 -énte          B
      en/ o/ro/ tam/bién/ él/ a/pri/sio/na/do.
 11
 -ádo           A
 5   Clo/ri/, pues/, que/ su/ de/do_ a/pre/mï-a/do        +1
 11
 -ádo           A
       de /me/tal,/ aún/ pre/cio/so,/ no/ cons/cien/te,
 11
 -énte          B
       ga/llar/da un/ dí/a,/ so/bre_ im/pa/cï-en/te,           +1
 11
 -énte          B
       lo/ re/di/mió/ del/ vín/cu/lo/ do/ra/do.
 11
 -ádo           A
       Mas/ ay,/ que_ in/si/dï-o/so/ la/tón/ bre/ve            +1
 11
 -éve           C
 10  en/ los/ cris/ta/les/ de/ su/ be/lla/ ma/no
 11
 -áno           D
       sa/crí/le/go/ di/vi/na/ san/gre/ be/be:
 11
 -ébe           C
       Púr/pu/ra_ i/lus/t/ me/nos/ in/dï-a/no                +1
 11
 -áno           D
       mar/fil;/ in/vi/dï-o/sa,/ so/bre/ nie/ve                      +1
 11
  -éve          C
       cla/ve/les/ des/ho/jó/ la_ Au/ro/ra en/ va/no.
 11
 -áno           D
      • medida: versos simples endecasílabos, de arte mayor, con diéresis en 3º,5º,7º,9º,11ºy 12º para resaltar el fonema /i/, como he dicho más arriba. Tenemos sinalefa em 2º, 3º, 5º, 7º, 9º, 12º y 14º.

      • ritmo acentual: he resaltado los acentos más importantes de cada verso, hay que tener en cuenta además el obligatorio en la 10ª sílaba. La mayoría son, endecasílabos heroicos, sáficos y melódicos; pero hay que destacar que son enfáticos (acentos en 1ª y 6ª sílabas)  los versos 5º y 12º justo al comienzo de los segundos cuarteto y terceto. Esto potencia un cambio de ritmo relacionado con el contenido del poema.
          • aceleración, en el verso 5º.
          • clímax, en el verso 12º.
      • rima: opta su autor aquí por una rima consonante pero pobre, ya que en los cuartetos utiliza participios de pasado y presente -ado/-ente; aunque en los tercetos sí introduce adjetivos, sustantivos y un verbo, -eve/-ano.
      • poema: nos encontramos con un soneto clásico al puro estilo petrarquista, dos cuartetos y dos tercetos: ABBA  ABBA CDC  DCD
        2b.   Estructura. Respecto a la organización de las ideas, vamos a detenernos en cada una de las estrofas:
    • Primer cuarteto: nos muestra el poeta una triple prisión:
          • dedo (metafóricamente, nácar que aporta la idea de la belleza y de la pureza) en el anillo (met. prisión)
        • diamante aprisionado en el anillo (ingenïosamente en oro, símbolo de belleza y la tradición petrarquista el oro representa el compromiso o vínculo con la mujer amada)
        • el poeta aparece en mi firmeza, que es la constancia y la entereza, aprisionado por el diamante (met. émulo luciente, por el deseo de conseguir ese compromiso con la dama)
    • Segundo cuarteto: Conocemos que la dueña del dedo es Clori, tópico de la literatura de los Siglos de Oro, con sabor bucólico. Hay que buscar en la Mitología  para saber que recibió culto en el mundo griego y especialmente en el romano, donde se celebraban multitud de fiestas en su honor, la Diosa de las Flores de los Jardines, eternamente joven, fue raptada por el dios de los Vientos. Aquí posiblemente pudiera referirse a una cortesana, parodiando así una relación idílica. Y ella gallarda e impaciente quiere acabar con cualquier compromiso, representado por el anillo (met. vínculo dorado).
    • Primer terceto: está organizado en un eje simétrico con dos antítesis: 
insidioso latón breve
cristales de su bella mano
      Ant.2a
     Ant.2b
   negativo
     positivo
    sacrílego
   divina sangre
Algo malicioso y sin identidad
Cristal, elemento noble de la época
    negativo
     positivo
      Ant.1a
    Ant.1b
Rompe con la belleza sagrada de la mujer
Divinización de la mujer, desde la remota tradición poética.

    • Segundo terceto:  como viene siendo habitual, sugiera la síntesis del poema, creo que Góngora ha pretendido "guardar lo mejor para el final". Nos encontramos ante un auténtico estallido cromático ordenado en dos subgrupos, que compiten entre sí, con ese gusto por los contrastes que tanto hemos visto en el Barroco. Los verbos, con gran fuerza narrativa ilustró y deshojó, colaboran en esa precipitación última que es también ejemplo de la angustia barroca por la fugacidad de la vida:
          • rojo pasión- púrpura, claveles y Aurora (luz del amanecer)
          • blanco pureza- marfil (de la India, prestigio) y nieve
       

        Conclusión: poema con múltiples posibilidades interpretativas, espero que la mía sea una más. Para algunos, un simple "ejercicio ingenioso" típico del Barroco y con carácter de divertimento y exhibición de habilidades lingüísticas. Para otros, un sencilla broma con que sorprender. Y por qué no, una muestra más del arte irrepetible de ese genial poeta hispano, al que tanto admiro, rescatado del olvido por otros poetas, como los de la Generación del 27.

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