sábado, febrero 11

Perdido en el laberinto...

...del barrio árabe del Albayzín, los pasos errantes me llevaban por los estrechos callejones sin rumbo conocido. Del interior de una de las casas, encaladas en un refulgente blanco, se escapaba un relajante cante aflamencado que parecía acompasar el sonido de las pisadas en el empedrado del suelo. De forma inesperada, al torcer una callejuela se descubrió el inmenso panorama:


       Ni el mismo Ícaro agitaría sus alas para huir de aquella visión. Una plazoleta sencilla y hermosa proyectaba ante mis ojos el pasado de mi ciudad, anciana y bella.   Granada  en su esencia ancestral, resumida en un lugar apartado y desconocido para la gran mayoría. Lugar recóndito y por eso más bello, ideal para una declaración amorosa, para la meditación, para aislarte cerca del bullicio de la ciudad, para descubrir que las tecnologías y el progreso también dejan olvidados algunos lugares para el disfrute de unos pocos.

        Y esta atalaya me permitía incluso, la visión del Generalife. Me sirve para recordar algunos versos en silvas que el poeta granadino Soto de Rojas le dedicó:  

                                                 A fénix, en Generalife, ausencia
Fénix, ausente hermosa,
ejemplo dulce del clavel lozano,
firme enseñanza de la fresca rosa,
este que os sacrifico llanto tierno
recibidle, primicia de mi mano,
cosecha pobre del pesado invierno,
que, ausente vuestro sol, cesó el verano.

Llegue, pues, suba la elevada cumbre
dorada en vuestra lumbre,
que tras tinieblas tantas
a vuestras aras besará las plantas
y sobre la eminente pesadumbre,
reina de tanta vega,
que si en ella la vista se despliega
y no la cogen vuestros claros ojos,
a sí misma se niega,
aquestos tiernos rendirá despojos,
regalo al alma, tiros al sentido.
Generalife, sobre la colina. Encima la llamada Silla del moro









   Viajero si alguna vez tus pasos te llevan a esta ciudad, no dejes de permitirte conocer este barrio granadino y adentrarte por sus callejuelas y descubrir los lugares escondidos.
    PISTA: esta plazoleta no es aquella tan comentada por la visita del presidente norteamericano de onomatopéyico nombre de timbre.
   Las fotografías han sido realizadas por Rafael García.

3 comentarios:

  1. !Qué ganas tengo de visitar esos barrios granadinos y perderme por esas calles!
    Saludos, Julia

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  2. Estoy de acuerdo que Granada tiene algo único.
    Acabo de estar allí este fin de semana por primera vez.
    L.M.R.

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