lunes, abril 11

Sade (la voz que viajó en la mochila)


       En una ocasión, hace un número respetable de años, un amigo recién venido de Londres, me propuso que oyera una música que según decía estaba siendo un auténtico bombazo. Yo suelo ser muy conservador con las modas musicales, porque me suenan a fenómenos comerciales tan pasajeros que no son en esencia, nada. Pero la insistencia de aquél, no me dejó mucha opción a no prestarse a una simple audición. Así de una vieja mochila, maltratada por los años y por los muchos encontronazos por diversos antros del mundo, extrajo una impecable caja de plástico, llena de algunas novedades musicales.
 
        Tengo que reconocer que en aquella ocasión, todos mis prejuicios musicales se vinieron abajo. Y es que la voz sensual que emergió de uno de los CD era cautivadora. Era una voz nueva a la que he vuelto a escuchar en muchas ocasiones y que asocio a personas y situaciones gratas. La voz de SADE

     De madre inglesa y padre nigeriano, a los cuatro años se fue con su madre a vivir a Inglaterra, cuando ésta se separó de su padre. Durante su adolescencia no paraba de escuchar discos de Nina Simone, Peggy Lee y Astrud Gilberto. Este estilo de música la fascinaba.
     Ella todavía no pensaba en cantar en aquella época, sino en estudiar moda en la facultad de Saint Martin, y sólo se decide a presentarse como vocalista cuando un par de viejos amigos de la facultad crean un grupo "hasta que encuentren una cantante".




      Sus estudios de diseño la llevaron a abrir una boutique, pero su amor por la música la llevó a cantar en un grupo funky de cierto carácter latino que respondía al nombre de Arriva. Desde ese momento descubrió un extraño placer al escribir letras. Más tarde esta banda pasó a llamarse Pride y luego cambió a Sade, que es una abreviatura de Folasade. Y con Sade comenzó a conocerse también a su vocalista.
      La banda consigue firmar un contrato en 1984, y se convierte en el espectáculo de los clubs de la capital inglesa, en gran parte gracias a la belleza de su cantante que se vería reflejada en revistas de tirada internacional como Vogue, Cosmopolitan, Times... y en pocos meses se convirtió en la reina del cool. Su página oficial.




   

     Si quieres escuchar algo fascinante, oye estas dos canciones:

Rey de la tristeza


Estoy llorando las lágrimas de todos
Y allí dentro de nuestra guerra privada
Murió la noche anterior
Y todos estos restos de alegría y desastre
¿Qué se supone que debo hacer?
Quiero cocinar una sopa que calienta tu alma
Pero nada cambiaría
Nada cambiaría en absoluto
Es solo un día que lo trae todo sobre
Solo otro día
Y nada es bueno < br
El DJ está tocando la misma canción
Tengo mucho que hacer
Tengo que continuar
Me pregunto si este dolor alguna vez me dejará ir
Siento que
Soy el rey de la tristeza
El rey de la tristeza [...]



 

  •    Cherish the day de su álbum LOVE DE LUXE. (Si pinchas en los títulos, ves la letra original; la traducción está en el vídeo)  Prueba y luego me dices qué te ha parecido.


Apreciar el día


Estás gobernando la forma en que me muevo
Y respiro tu aire
Tú solo puedes rescatarme
Esta es mi oración

Si fueras mía
Si fueras mía
No quisiera ir al cielo

Acaricia el día
No me iré por mal camino
No tendré miedo
No me atraparás corriendo
Estás gobernando la forma en que me muevo
Tú tomas mi aire
Me muestras lo profundo que puede ser el amor [...]





        Para definir el goce que produce la música, pido prestadas tres liras al grandísimo poeta hispano,
Fray Luis de León, de su Oda III  "A Francisco Salinas". Por su puesto perdonen si esto os parece un atrevimiento, él ni  conocía a esta mujer pero no me extrañaría que hubiera pensado algo parecido, de haberla escuchado:                                                
Y como está compuesta
de números concordes, luego envía
consonante respuesta;
y entrambas a porfía
se mezcla una dulcísima armonía. 

Aquí la alma navega
por un mar de dulzura, y finalmente
en él ansí se anega
que ningún accidente
estraño y peregrino oye o siente. 

¡Oh, desmayo dichoso!
¡Oh, muerte que das vida! ¡Oh, dulce olvido!
¡Durase en tu reposo,
sin ser restituido
jamás a aqueste bajo y vil sentido!

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